
Revista Médica Vozandes
Volumen 31, Número 2, 2020
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con los ideales de ecacia y
universalidad, indispensables para
superar la pandemia.
Lo que sabemos es relativamente
poco, pero, es la base de lo
que hemos ganado: los virus son
agentes cuyo objetivo parece ser
igual al de otros seres vivos, hacer
perdurar su material genético. Esto,
desde la perspectiva de la vida es
lógico y natural, sin embargo, al ser
agentes patológicos, el impacto
que tienen sobre nuestra especie es
determinante. En general podemos
decir que, para que un virus genere
como resultado de su proceso
vital, una pandemia, debe tener
un alto índice de transmisibilidad y
un bajo grado de virulencia, de tal
manera que no todos los infectados
perezcan y su propagación pueda
continuar.
A ciencia cierta, también sabemos
que, el comportamiento gregario de
los humanos, la llamada sociedad
de consumo y la globalización,
nalmente generan el escenario
perfecto para ciertos patógenos
que cumplen con las cualidades
mencionadas. Comparativamente,
menos regiones del planeta fueron
afectadas por la pandemia
de inuenza de 1918 que por
la actual, precisamente por la
menor cantidad de intercambios
comerciales, incluido el turismo
considerado como tal.
De la misma manera, hemos
aprendido que los medios de
comunicación jugaron un rol
preponderante en la difusión de
la información, pero también de la
desinformación. En muchos casos,
se convirtieron en voceros ociales,
lamentablemente, sin observar
todo el tiempo la ética profesional,
generando ansiedad y un alto
riesgo de impacto negativo en la
salud mental de la población.
La pandemia ha ocupado, desde
hace ya casi un año, la atención
de la sociedad de manera
abrumadora y constante. Antes
de la declaratoria ocial en marzo
de 2020, la creciente expectativa
por lo que ocurría al otro lado del
mundo, preocupó inicialmente a
la comunidad cientíca y luego,
al igual que los contagios de la
enfermedad, alcanzó proporciones
mundiales.
Concretamente en Ecuador, dada
la distancia geográca con la
ciudad de Hubei en la provincia
de Wuhan en China, la perspectiva
de una situación catastróca
fue impensable y por lo tanto
impensada. Esto, a pesar de que
la opinión de muchos coincida,
acerca de que ningún sistema de
salud pudo estar preparado para
enfrentar la crisis, fue determinante
en los eventos que ocurrieron,
de manera precipitada, pocas
semanas después del reporte
y conrmación del primer caso
sospechoso el 29 de febrero de
2020. El tiempo transcurrido entre
este suceso puntual y la transmisión
comunitaria de la enfermedad, fue
tan corto como turbulento de tal
forma que, apenas, 9 meses más
tarde podemos echar una mirada
hacia atrás y hacer la necesaria
reexión sobre lo ocurrido.
¿Qué hemos aprendido y qué nos
falta por aprender?, ¿qué hemos
aprendido como sociedad, como
profesionales de la salud y como
individuos? Sin duda, tenemos
más preguntas que respuestas.
Seguramente las respuestas vendrán
con el tiempo. En el ámbito cientíco
– académico, afortunadamente,
hemos sido testigos de una incesante
búsqueda, tal vez a un ritmo nunca
visto, este fenómeno, claramente
ejemplicado en la carrera por
obtener una vacuna que cumpla
EDITORIAL
COVID-19: LECCIONES APRENDIDAS Y ORIENTACIONES FUTURAS.
1 Hospital Vozandes Quito SA. Subdirección Médica.
Quito – Ecuador
ORCID ID:
José Luis Recalde:
orcid.org/0000-0002-1661-7086
*Corresponding author: José Luis Recalde
E-mail: jrecalde@hospitalvozandes.com
José Luis Recalde
1
*
Este artículo está bajo una
licencia de Creative Com-
mons de tipo Reconocimien-
to – No comercial – Sin obras
derivadas 4.0 International.
Forma de citar este artículo:
Recalde JL. COVID-19: LECCIONES
APRENDIDAS Y ORIENTACIONES
FUTURAS. Rev Med Vozandes. 2020; 31
(2): 9 - 10
Keys Words: SARS-Cov2, Pandemia, Aprendizajes
Accepted: 15- dec - 2020
Publish: 31- dec - 2020
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Conflict of interest: All authors declared that
there are no conicts of interest
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cial relationships relevant to this article to disclose
DOI: 10.48018/rmv.v31.i2.1