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Revista Médica Vozandes
Volumen 31, Número 2, 2020
dialítica. Después de cinco días en UCI con evolución favorable,
buen pronóstico, la paciente fue dada de alta para manejo
multidisciplinario en el servicio de Medicina Interna.
Discusión
La metformina, una biguanida, es un fármaco perteneciente
al grupo de los antidiabéticos orales ampliamente usado solo o
combinado en pacientes con diabetes mellitus tipo 2
(11)
, es una
molécula pequeña de 165 Da, que tiene una biodisponibilidad
oral del 55% y un volumen de distribución de 1-5 l/kg. Su
excreción se da sin cambios vía renal, su aclaramiento corporal
total en sujetos con función renal conservada es de 500 ml/min,
aquellos con diálisis intermitente es de 200ml/min y 50ml/min
en pacientes con Terapia de Reemplazo Renal Lento Continua
(TRRLC). Las concentraciones terapéuticas son de 1,5-3,0mg/l.
La semivida de eliminación en personas sin disfunción renal es
de 8 a 20 horas.
(12)
Más allá de su efecto en el metabolismo de la glucosa, se ha
encontrado otros benecios entre ellos: restaurar la función
ovárica en el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOPQ), su uso
en hígado graso, para minimizar complicaciones macro y
microvasculares de la diabetes mellitus tipo 2; y últimamente se
encuentra en estudio como adyuvante en terapias oncológicas
y para diabetes gestacional; así como prevención en
poblaciones pre-diabéticas.
(11)
Debido a que cada vez se amplía
su uso en diferentes situaciones clínicas y en distintos grupos
etarios, se aumenta el riesgo de que puedan suceder efectos
adversos graves por este fármaco. Sus efectos secundarios
más frecuentes son leves y son de tipo gastrointestinal (nausea,
vómito y diarrea); sin embargo, cuando sobrepasamos las
concentraciones terapéuticas puede ocurrir acidosis láctica, su
efecto adverso más temido.
(13)
En cuanto al manejo de la acidosis láctica, a pesar que por
largo tiempo y grandes guías internacionales recomiendan el
uso de bicarbonato de sodio (NaHCO
3
) en el manejo de la
acidosis con el n de mejorar la hemodinamía y disminuir la
cantidad de vasopresores en la acidosis láctica secundaria
a hipoperfusión (tipo A) hasta que se instaura el tratamiento
denitivo
(14)
; en el caso de la acidosis láctica no causada
por hipoperfusión (tipo B) su uso de rutina sigue siendo
controversial debido a que podría producir cambios en la
curva de disociación de la hemoglobina, aumento de la
producción de CO
2
, aporte extra de sodio, empeoramiento
de la acidosis intracelular, disminución del Ca+ sérico que se
traduce en disminución del tono vascular y la contractilidad
cardíaca
(12,15)
, razón por lo que los pacientes en su mayoría se
encuentran hipotensos, ante lo cual su manejo es inicialmente
con soluciones cristaloides, seguido de drogas vasoactivas en
caso de ser necesario
(3)
Sin embargo tanto como la literatura
reporta, así como en el caso presentado, se puede considerar
la terapia con bicarbonato de sodio para prevenir un futuro
empeoramiento en el equilibrio acido base hasta instaurar las
medidas de reemplazo renal y soporte de fallo multiorgánico,
en nuestra paciente no se reportó efectos adversos y se obtuvo
buen resultado. En este tipo de intoxicaciones la terapia
extracorpórea con hemodiálisis es el tratamiento de primera
elección en pacientes con estabilidad hemodinámica, y en
aquellos hemodinamicamente inestables se preere usar TRRLC
a pesar de su evidencia limitada.
El Grupo de Trabajo de Tratamientos Extracorpóreos
en Envenenamientos (Extracorporeal Treatments
In Poisoning Workgroup) concluye que la
metformina es una molécula moderadamente
dializable por lo que el tratamiento extracorpóreo
es recomendado en intoxicación severa y emite
recomendaciones. Entre ellas habla sobre las
indicaciones para terapia extracorpórea: lactato
>20mmol/L; pH < o igual a 7.0, shock, fallo de las
medidas estándar de soporte vital y alteración en
el nivel de conciencia. Recomiendan que debe
darse tratamiento extracorpóreo hasta que el
lactato sérico sea <3mmol/L y pH>7.35. Sobre
qué tipo se preere, recomiendan hemodiálisis
como primera elección, si no está disponible
se deben considerar terapias continuas de
reemplazo renal.
(17)
Nuestra paciente fue
sometida a hemodiálisis convencional extendida
con resultados favorables en el día 1, durante 9
horas, con esto logró descender su lactato sérico
a 3.27 mmol/L para su segundo día, sin necesidad
de repetir la terapia dialítica.
La evolución de la paciente presentada fue
favorable después de las intervenciones del día 1,
se tuvo excelente mejoría en cifras gasométricas
y de lactato luego de la terapia de sustitución
renal, se retiró la ventilación mecánica al día
2 y el soporte vasoactivo al día 4. Paciente en
quien no se observa exacerbación de los fallos
orgánicos previos en las siguientes 24 horas por lo
cual se decide el alta de la Unidad de Cuidados
Intensivos para su posterior manejo por en
hospitalización del servicio de Medicina Interna.
Conclusiones
La acidosis láctica inducida por metformina
es un escenario que a pesar de no ser tan
frecuente como otro tipo de intoxicaciones o
envenenamientos, siempre puede presentarse
al servicio de emergencias por lo que se debe
distinguir el tipo de paciente que del que se
trata (intento autolítico vs intoxicación en
paciente con factores de riesgo), esto junto
con la gravedad inicial nos conducirá a tomar
las medidas terapéuticas: uidoterapia, drogas
vasoactivas, soporte ventilatorio invasivo,
bicarbonato de sodio y terapia de reemplazo
renal; cómo ya se mencionó, la terapia
extracorpórea es la intervención que más reduce
la mortalidad en estos pacientes, de la cual se
preere hemodiálisis en paciente con estabilidad
hemodinámica, y terapia de reemplazo renal
lento continúa en quienes no se ha alcanzado
adecuada hemodinamía.
ACIDOSIS LACTICA SECUNDARIA A INTOXICACION POR
METFORMINA, REPORTE DE CASO CLINICO.
Ruiz Flores A , et al.