Sin que se especique el antidiabético oral más usado; en los
estudios de Brítez y Torres
(23)
, Matza y colaboradores
(22)
y Mata
Cases y colaboradores
(20)
fueron los antidiabéticos orales los
medicamentos más utilizados por los pacientes evaluados
similar a lo que reporta esta investigación.
En relación con si el paciente tiene empleo o no, un estudio
realizado en Reino Unido con 25 participantes
(22)
evidenció
resultados opuestos a esta investigación, pues el 44% de sus
participantes rerió tener un empleo a tiempo completo.
En los 53 participantes del estudio realizado por Tonetto y
colaboradores en la ciudad de Ribeirão Preto-Brasil
(26)
el
47.4% rerió ser jubilado/pensionista y el 36.8% trabajador
activo, con apenas un 10.5% de participantes desempleados.
La investigación realizada en Lima-Perú por Oliveros y
colaboradores en 330 pacientes
(27)
encontró que el 55.8%
de sus participantes estaba desempleado, y que el 51.5% de
los estudiados tenía ingresos económicos entre US$ 232y US$
464. En ninguno de estos estudios se especicó el número de
miembros del hogar que perciben ingresos económicos.
Al contrastar los resultados alcanzados por los participantes
en este estudio en las cinco dimensiones de calidad de vida
evaluadas; se encuentran un valor menor al de la investigación
de Collado y colaboradores
(24)
que con la participación de 1857
personas con diabetes mellitus tipo 2 de diferentes regiones
de España reportó un 36.66% con estado de salud perfecto
(código 11111), con la consideración de que estos datos
corresponden a una población comprendida entre los 18 y 90
años o más. Además, en esta investigación la dimensión con
el mayor efecto techo fue la de autocuidado (76.4%) y la de
menor efecto techo fue dolor/disconfort (45.6%), coincidiendo
en estas dimensiones a lo reportado en este estudio. Hervás y
colaboradores
(19)
en su estudio con 95 pacientes con diabetes
mellitus tipo 2 en Navarra-España y con un promedio de edad
similar a este estudio, coinciden en cuanto a la identicación
de la dimensión de “autocuidado” como la de mayor efecto
techo, seguidas en orden decreciente por las dimensiones
actividades diarias, movilidad, ansiedad/depresión y
nalmente dolor/malestar. El puntaje promedio en la EVA de
dichos participantes fue 64.6, la cual es 9.87 puntos menor a la
de este estudio.
La investigación en India de Parikh y Patel
(25)
realizada en 358
pacientes con diabetes mellitus tipo 2 en relación a los resultados
del instrumento EQ-5D-5L y la EVA es muy coincidente con el
presente estudio, pues mantiene a la dimensión autocuidado
como la de mayor efecto techo sin compromiso de salud
alguno (86.8%) y al dolor/disconfort como la de menor efecto
techo (46.6%); además con una media en la EVA de 78,83
±15,02 el cual es algo mayor al de este estudio (74,47 ±18,34).
El estudio realizado en Canadá por McClure y colaboradores
en 1927 pacientes con diabetes mellitus tipo 2
(21)
reporta un
valor menor de participantes con un estado de salud perfecto
(codicación 11111=15.9%); sin embargo, la media obtenida
en la EVA es un poco mayor (79 ±17,1).
Al contrastar la calidad de vida reportada en nuestro estudio y
expresada como AVAC-QALY, se muestra menor a los resultados
obtenidos en estudios realizados en pacientes con diabetes
tanto en España en el estudio de Collado y colaboradores
(QALY promedio de 0.742)
(24)
, así como a los reportados en
Suecia por Kiadaliri y colaboradores (QALY
promedio de 0.88)
(28)
. Debe mencionarse que
los resultados españoles se obtuvieron con la
aplicación del instrumento de EuroQol de 5
niveles (5L) y el sueco fue con el de 3 niveles (3L).
En el estudio de Mata Cases y colaboradores
(20)
se encontraron asociaciones entre una mejor
cuanticación de la calidad de vida y variables
como sexo (mejor en hombres), edad (mejor
en pacientes más jóvenes), sin complicaciones
asociadas a diabetes, no obesidad y sin
tratamiento con insulina. Mientras que en la
experiencia de Parikh y Patel
(25)
, entre los escores
obtenidos en el EQ-5D-5L y el valor obtenido
en la EVA existió una asociación estadística
negativa con las variables edad (menores
escores a mayor edad), sexo (menor escores
en varones), presencia de comorbilidades, y
no control de la diabetes. En nuestro estudio
apenas se encontró una aparente asociación
de calidad de vida (expresada como EVA) con
la edad de los participantes.
En cuanto a investigaciones realizadas a nivel
local; se encontraron dos estudios realizados
en Quito, concretamente en pacientes con
diabetes mellitus tipo 2 domiciliados en el
sur de la ciudad; correspondiendo ambos a
trabajos de titulación de grado y postgrado
respectivamente. El primero de ellos
(29)
evaluó
103 pacientes con diabetes mellitus tipo 2 con el
instrumento EQ-5D-5L en los centros de salud de
El Rocío y La Victoria. Los pacientes estudiados
fueron principalmente mujeres (76.2%), mayores
de 50 años, con escolaridad primaria (50.5%),
con trabajo no remunerado del hogar (56.4%),
e ingresos menores a un salario básico unicado
-SBU- (54.5%), en tratamiento principalmente con
antidiabéticos orales (80.2%), con más de 1 año de
evolución de la enfermedad (94.1%), y al menos
1 comorbilidad (41.6%). En ellos se encontró una
media del QALY de 0.69, la cual es menor al
grupo de nuestro estudio, siendo las dimensiones
mejor evaluadas las de autocuidado y actividad.
En cuanto al valor de la EVA, obtuvieron una
moda de 70%, valor inferior al de la presente
experiencia. Los valores más altos de calidad de
vida se asociaron positivamente principalmente
con el control glicémico medido con HbA1c,
tratamiento con antidiabéticos orales, ausencia
de comorbilidades, enfermedad con evolución
menor o igual a 5 años, ingresos superiores a 1
salario básico y el vivir en familias consideradas
funcionales con el instrumento APGAR familiar;
mientras que en nuestro estudio existió una
aparente asociación entre los niveles de calidad
de vida, la edad de los participantes y el número
de individuos que perciben ingresos en el hogar.
En la experiencia de Espinosa y Romero
(30)
,
evaluaron a 325 pacientes durante el año 2016
20
Revista Médica Vozandes
Volumen 32, Número 1, 2021
CALIDAD DE VIDA EN UN GRUPO DE PACIENTES CON
DIABETES MELLITUS TIPO 2: UN ESTUDIO TRANSVERSAL.
Rojas G, et al.